Muchos de nosotros, y cuando digo “nosotros” me refiero a
quienes nos gusta leer, que tenemos muchas razones para leer, lo hacemos por
muchas razones, independientemente de lo que nos influenció para iniciar en
este mundo de la lectura, ya sean porque nuestros padres eran lectores
empedernidos o porque alguna vez leímos un libro que nos cambió la forma como
vemos el mundo y seguimos ese camino de forma orgullosa.
Muchas veces, sin querer buscar
nos encontramos con artículos interesantes en la web o frases en libros que
definen muy bien momentos o situaciones que hemos vivido o estamos viviendo en
algún punto de nuestras vidas, eso es lo bello de la lectura. Cuando somos
pequeños, descubrir que no eres el único que piensa o siente eso, es muy
relajante y eso es satisfactorio, es el poder dar palabra a tus sentimientos y
emociones sin ir precisamente a lo sentimental.
A lo largo de nuestras vidas
nos vemos en situaciones muy estresantes en las que reacciones sin pensar las
consecuencias, algunas veces no desencadenan grandes perjuicios o prejuicios y
otras veces solo quedan en un mal y vergonzoso momento.
Existen numerosas herramientas
con las que podemos contar para aprender a relajarnos o por lo menos
contenernos en esos momentos, que van desde practicar ejercicios relajantes, meditar,
contar hasta diez o interiorizar toda nuestra ira y dejarlo pasar, todas ellas
toman su tiempo y puede que una u otra no sea la solución que buscas.
Todos sabemos qué es lo mejor
para nosotros, algunas personas solo saben vivir con la vida que le ponen al
frente, viven con la filosofía de “la vida es simple, aceptemos lo que venga y
no nos demos mayor importancia por ello” algo así como: escribe los malos
momentos en la arena para que se los lleve el viento y graba los buenos
momentos que te sucedan en piedra para que perduren.
No soy psicólogo para saber que
tanto una persona se puede adaptar fácilmente a esta filosofía de vida simple y
no digo “fácilmente” y “simple” para fortalecer la idea de que así lo es.
Aquí va una pequeña historia que
saqué de un libro de inteligencia emocional
Un hombre y su mujer vociferan y pelean en el interior de su hogar
Los vecinos por temor a que suceda algo muy malo, llaman a la policía
Luego de 20 minutos de disputa, la lucha entre el marido y su mujer
caldean el ambiente
Llega un momento en la situación en la que el marido lanza un televisor
por la puerta hacia la terraza de la casa
En ese momento llega una mujer policía empuñando su arma y toca la
puerta “toc, toc”
¡¡¿Quién diablos es?!! Grita el marido.
La mujer muy calmadamente responde: “es el servicio de reparación de
televisores”
La forma cómo reaccionamos a las
situaciones que se presentan en nuestro entorno representan un 90% de la
dirección que toma nuestra vida, mientras que el 10% restante está relacionado
con lo que a uno le pasa.
Sobre ese 10% no tenemos control,
no podemos manipular el clima, no podemos impedir que la impresora se dañe
cuando más la necesitamos o que tu vuelo se retrase, mientras que el 90%
restante depende 100% de ti y solo de ti ya que depende en gran medida de cómo
te enfrentas ante esas situaciones y como sobrepasas los obstáculos de tu vida.
Con esto hago referencia al
principio 90/10, no es tanto lo que te suceda sino como reaccionas ante ello, tú
no tienes el control del 10% de lo que suceda en tu vida, el otro 90% es
decidido por tu reacción. La mujer de la historia anterior, supo conciliar un
poco el ánimo irritado de la situación de una manera ingeniosa y logró
apaciguar el ambiente sin hacer uso de la fuerza física.
¿Cómo reaccionas cuando vas tarde
a algún lugar?
¿Te desesperas?
¿Pierdes tu carácter?
¿Usas tu tiempo preocupándote?
Recuerda el principio 90/10 y no
te preocupes de eso. En lugar, aprovecha tu tiempo para hacer algo que llevas
tiempo procrastinando, a veces, preocuparte por las cosas te hace perder vista
lo realmente importante porque hace que tu mente se concentre en el problema en
vez de la solución. Si vas tarde a algún lugar, caminar más rápido no va a
hacer que llegues a tiempo.
En todo el mundo hay mucha gente preocupándose
de cosas innecesariamente que no aportan nada a su vida, prioriza tus
necesidades y ocúpate de lo realmente importante, aprende a tomar decisiones
con calma dejando de lado lo sentimental y que las cosas te suceden por una razón,
solo tú eres capaz de darle rumbo a tus vacilaciones, sé firme con lo que
piensas siempre dejando una lugar para la humildad.