sábado, 23 de agosto de 2014

Mi experiencia como voluntario en TECHO CARTAGENA


La esencia de todo ser humano es servir a la sociedad, llegamos a este mundo para servir a las demás personas y considero que solo podemos llegar a la verdadera felicidad, recibiendo la gratificación de los demás de diferentes maneras, lo importante es que nazca dentro de ti una verdadera voluntad de ayudar, crecer como persona, aceptar la sociedad tal y como es, no odiarla y lo más importante, ser optimista por buscar el sueño de un mundo sin pobreza.

Me arrepiento de no haber tenido el coraje de entrar a TECHO antes.

Si, conocía a la Fundación desde hace varios años pero me faltaba la determinación para tomar ese gran paso de acercarme un poco más y conocer TECHO. Estoy consciente de todo lo bueno que aporta una fundación como esa a las personas que de verdad lo necesitan y así mismo existe la necesidad de contar con personas que tengan influencia y recomienden la Fundación para hacer crecer esa esperanza a las personas de poca fe. Normalmente somos personas de mucha habla y poca acción, la juventud de mi generación principalmente está orientada a ello; hablamos de las herramientas pero no somos capaces de agarrarlas con las manos, alzarlas y demostrarle al mundo que de verdad se puede alcanzar grandes cosas si nos unimos y exploramos nuevas experiencias en lo desconocido. Nos detiene el temor a la soledad, a quedar en el olvido, a lo que puede ser.

Un hogar agradable donde eres bienvenido.

En TECHO no solamente construimos casas, también construimos sueños, esperanzas, motivación, alegrías, historias y mucho cariño entre todos nosotros. Compartimos con las familias y estas nos devuelven con gratificación todo el trabajo logrado. La inspiración nace sola, pero solos no estamos ninguno de nosotros. Desde que llegué a TECHO la primera vez, sentí un lugar pequeño pero acogedor, una familia con ansias de crecer, un camino largo por recorrer y un sueño de día a día que se lucha por conseguir. Personas que poseen un espíritu lleno de amor, ganas de compartir cosas con el mundo, y arriesgar un fin de semana para brindar una casa más digna quien sea que las necesite. Si quieres este tipo de inspiración en tu vida TECHO representa un lugar al que puedes regresar, porque de seguro si vives tu experiencia ahí vas a añorar, vas ponerte nostálgico y vas a querer regresar; los recuerdos asaltan tu mente y te pondrás a reflexionar sobre todo lo que hiciste y el aporte hiciste no a una familia sino a varias porque el trabajo en equipo se supera en lo físico y lo espiritual.

El fin de semana más productivo de toda mi vida.

Durante todo el fin de semana, especialmente el viernes en la noche que es el día del traslado al colegio donde nos alojaríamos, estuve a la expectativa de todo lo que pudiese ocurrir, donde cualquier detalle fuese bueno o malo definiría en gran medida el apreciación de mi experiencia. Dentro del bus camino al colegio hicimos una presentación de cada uno de los participantes para conocer un poco más de nosotros y así poder llevarnos mejor, para ello el enfoque del contexto principalmente se basó en los gustos y disgustos de cada quien. Luego de eso y lo que no podía faltar era la presentación de las familias asignadas a cada cuadrilla con la que íbamos a trabajar junto con un compartir alegre para terminar el día.
La hora de inicio del día es a las  5:30 a.m. para desayunar y bañarse de manera breve y unas que otras actividades de identificación de problemáticas sociales donde cada quien aporta una posible solución que considere la más adecuada y conveniente a la situación planteada.


Momentos de reflexión

Cabe mencionar que las casas que construimos no están diseñadas para tener una experiencia previa en construcción de casas ni ningún conocimiento avanzado en geografía o asentamientos y que de igual manera estamos orientados por los jefes de cuadrilla que nos guían y aconsejan a lo largo de las construcciones. Saber manejar los tiempos de trabajo de cada miembro de la cuadrilla y tener la libertad de expresar cuando está cansado es primario, para ello los jefes de cuadrilla antes que todo deben demostrar confianza y seguridad, en mi caso lo digo por el líder de cuadrilla que estuvo a mi cargo. En mis momentos de descanso pude reflexionar sobre la importancia de lo que estaba haciendo, la huella que estaba dejando, la emoción que sentía en ese momento, pero a la vez la tristeza por saber que era poco lo que hacía siendo consciente de que aún quedan muchas más personas por hacer cambiar y por hacer creer. Mi cuerpo estaba totalmente adolorido pero el cuerpo me daba para más, las ganas eran mayores a los estragos del sol. La dureza del suelo no podría nunca con mi actitud penetrante. La nostalgia por saber que el segundo día de construcción terminaba y dentro mi sabía que no quería que terminara, me consolaba diciendo que habrá otra oportunidad y volveré a dar lo mejor de mi nuevamente, a compartir mi actitud y regalar más sonrisas, a conocer nuevas personas y que otras me conozcan.


Una experiencia inolvidable.


Gracias TECHO por abrirme tus puertas y acogerme de la manera que lo hiciste. Espero seguir creando juntos este camino a un mundo sin pobreza. Algunos creamos nuestro propio camino con pasos, con palabras, con acciones o sentimientos pero tú combinas cada uno de ellos al acoger tantos voluntarios en un solo lugar, en un solo barrio, en una sola meta y eso es lo más maravilloso a lo que se puede llegar; reunir tantas ambiciones, sueños, esperanzas, motivaciones y energías en un solo espacio porque solo así se logra crear un mundo íntegro que rescate las cosas buenas de cada ser.
El sol es nuestro enemigo pero el cielo en todo su esplendor nos ilumina con las ganas de seguir brillando, un mundo que espera que sigamos brillando más y más así no seamos estrellas, persiguiendo nuestros sueños y lidiando con los problemas del día a día. Solo vamos con un cosa en la cabeza y es la satisfacción de un trabajo bien hecho, de un sueño cumplido y una fe restablecida.


Si quieres participar en las construcciones masivas TECHO puedes unirte en: http://www.techo.org/colombia/participa/voluntario/ inscríbete y comienza hacer parte de esta gran historia que juntos podemos comenzar a escribir.

sábado, 2 de agosto de 2014

"Mi Marca Personal"


El uso de herramientas es de gran importancia para generar un impacto en el entorno al cual se quiere llegar y debemos saber aprovechar las bondades que trae consigo la plataforma 2.0 o la net llevado bien de la mano con unos objetivos que definan qué recursos van a ser necesarios y como debemos utilizarlos para que nos generen la mejor utilidad desde el ámbito personal. Existen ya definidas muchas cualidades que proporcionan una directriz para dejar huella a donde quiera que vayamos, y digo directriz y huella porque debe haber una serie de estrategias que definan lo que queremos lograr y llegar a ser con la creación de esa anhelada y valorada marca personal que de alguna u otra manera la idea es que dejen huella o influencien los pensamientos de los congregados, claro está, en un contexto propicio para desenvolver nuestras cualidades.

Si de las directrices que más considero importantes me refiero, es a conocernos a nosotros mismos, entablar una conversación con nosotros mismos, que me gusta y que no me gusta, de ahí se fundamentan cualesquiera que sean las cualidades que nos definan como persona-producto, persona porque debemos defender nuestros ideales ante todo, nuestra ética, nuestros principios, nuestros valores; antes que las normas, cultura y jerarquía organizacional que se impone en toda empresa; y es que sin menospreciarnos, así nos consideran las empresas hoy en día, un producto que va a valorar las acciones de la compañía y agregar un importe agregado en todas sus acciones y movimientos, pero ¿qué de malo tiene eso?, tiene cierta analogía con el dicho “el trabajo es salud” no podemos subsistir ni existir sin él y yendo un poco más allá es aquel que nos permitirá potencializar habilidades ocultas y mejorar como ser humano conociendo a los demás.

Una vez aclarado el primer paso y entrometido nuestro propio ser, existen una serie de cualidades clave que vale la pena explotar si no como producto ni como persona sino como producto-persona, es decir, tratar de integrar ambos en un solo contexto existencial, complementar la totalidad de las enseñanzas en una sola dimensión y lograr ver el mundo con una nueva perspectiva siempre es lucrativo para las mentes que están en constante aprendizaje como la mía.

Desarrollar el contenido de tu existencia, de tu ser y de lo que como persona quieres exponer ante el mundo, lo que quieres lograr y tu capacidad de aprovechar los recursos para hacer realidad el más efímero sueño de tus noches es hacer uso de tu potencial y digno de admirar por cualquier raza noble.

De entre las cualidades que más considero meritorias y digno de un gran “artista”, (artista aquel que traza una obra con cualquiera de sus extremidades enfatizando más su cabeza que sus extremidades.) están la Autenticidad, coherencia y pasión.

Que artista no consideraría esto en su conjunción como una obra de arte. Los especialistas en recursos humanos concuerdan en que esto se demanda mucho como persona-producto. Relacionar ambos ámbitos de la vida solo se logra con esfuerzo y experiencia en la universidad de la vida.

Uno de los primeros pasos para dejar huella es utilizando la plataforma 2.0 o la net como quieran llamarle. Utilizar las redes sociales como diseño de vida, como desafío para influenciar en nuestros contactos lo que casi nadie hace hoy en día, solo las grandes compañías por su potencial de influir en el pensamiento de los consumidores, pero no hay duda que ellos ya tienen un “diseño de vida” basado en su historia.

He quedado admirado con esta frase que encontré en un blog de talento personal:



“¿Quieres crecer en la RED?
Sigue a quien te levante la piel, te
Emocione, aporte y enseñe.
Sé humilde.
Apoya, Agradece, Anima, Ayuda.
Interésate por los demás y coopera.
Alégrate por los éxitos ajenos y
Celébralos.
Sé auténtico y no pretendas imitar a
nadie…muestra tu diferencia”
EVA COLLADO.

“Quiero ser como él/ella/ellos” hay personas que nos seducen con su personalidad, en todo lo que hacen, fijémonos en esa persona, sigámosla, con qué frecuencia tienen presencia en nuestra mente, no tratemos de reemplazarla, sino más bien de emularla, teniendo siempre presente nuestra propia identidad como guía que nos permita diferenciarnos de la otra persona y no sintamos que estamos perdiendo nuestra identidad, porque quien pierde su identidad, nunca la tuvo.

Otra de las cualidades más importantes que un profesional debe tener es la paciencia ya que éstos están constantemente manejando personal, tiempo y resultados. Desesperarse ante los logros fallidos o querer resultados a corto plazo son algunos de los síntomas de este malestar que fundamentan su ser en la falta de fortaleza mental.
Existe un corto cuento sobre el bambú japonés que deja su moraleja sobre la paciencia así como muchas otras narraciones de esta cultura que desde la historia nos ha enseñado a maravillarnos con ella y aprenderla casi que obligatoriamente.
Para mi es importante contar siempre con este tipo de cuentos de la cultura japonesa que relacionan muy bien la naturaleza con nuestra vida diaria.
Resulta que una semilla de bambú es una majestuosidad tan pequeña que desde su tamaño y su forma particular se deja entrever lo especial que es. Lo especial de esta semilla nos permite descubrir una de las cualidades más perfectas y sabias del ser humano. La paciencia. Una semilla que se merece todo el cuidado y atención del mundo mientras muy en lo profundo y celosamente oculta bajo abono empieza a brotar sus raíces por siete años. Se necesitan siete años para que esta semilla empiece a mostrar el primer tallo de lo que luego va a ser una planta de 30 metros de altura. Y es que desde los primeros meses, incluso el primer año no se nota nada digno de apreciar por fuera de la tierra, pero luego de siete años sólo tarda alrededor de seis semanas en desarrollar todo el potencial que al final va a demostrar. Lo mismo ocurre con nuestros objetivos, primero debemos sembrar las raíces que van a fundamentar nuestro éxito y van a dejar en claro quiénes ‘somos’ y lo que vinimos a hacer. Porque ninguna estructura es más fuerte que sus fundamentos, una de las reglas básicas de la física. En momentos de desesperanza e inquietud debemos recordar la historia del bambú japonés, el cuidado que merece y el tiempo que vale la pena invertir si de verdad queremos conseguir un objetivo cualquiera que nos hayamos trazado.

Para poder tener una marca personal es necesario tener principios, valores y creencias; y no me refiero a creencias religiosas porque eso influye en poca cantidad a tu éxito personal ya que si es el caso que leas la Biblia muy bien te dice que Dios te da los recursos pero eres tu quien se encarga de explotarlos y si esperas que las cosas te caigan del cielo, ese es otro cuento que alguna moraleja tendrá. Como venía diciendo debes estar en capacidad de defender lo que piensas, pero para eso debes primero haber echado raíces para poder soportar lo que vendrá después. No vale de nada pretender crear una marca personal si no tienes nada con que sustentarlo. Es claro que para crear una marca personal debemos buscar la manera de influir un mensaje que demuestre quiénes somos y lo que buscamos conseguir con nuestras habilidades.
Hay una metodología que uso para cada proyecto que me propongo: Definir, mantener y hacer perdurar. Todo tiene su inicio y su fin, trata que el inicio sea tan divertido como el final. Este pedacito del post lo haré para recordar: para definir cuál es tu talento debes irradiar pasión por ese talento que crees que tienes. Para descubrir tu talento, primero debes practicar eso que te entusiasma. Si no lo has practicado entonces solo ‘crees que te gusta’. La pasión trata de eso, si no te apasiona lo que haces, no te quejes si no eres el mejor o si otros están por encima de ti. Estudiar el comportamiento de las personas